Cuando uno se frustra en la vida, cuando uno no pudo hacer lo que siempre quiso, o tenía planeado, aparece la frustración, acompañante de la vida, cuya mochila nos molesta y nos pesa mucho más, hasta que la hacemos carne y nos la sacamos de encima.
Cuando nos frustramos, es bello que se nos escapo de la mano y no lo pudimos tener, empezamos a odiar y a rechazar eso mismo, la frustración genera venganza de aquello incumplido, deshilachado, sin usar, sin expresar, evaporado antes de tenerlo, capaz como método de protección, la mente crea ese estado para no martirizarnos toda la vida, pero lo real es que se nos transforma en nuestro peso diurno y nocturno, cada día nos pesa mas, la solución seria, tomar conciencia de las frustraciones encontrar sus raíces y analizarlas, enfrentarlas, observarlas y abrazarlas hacerlas con nosotros y no escaparnos de ella, aceptar lo que nos toco vivir y ver que hicimos lo mejor que pudimos, nadie tiene un manual para hacer las cosas perfectamente, cada uno actúa mediante lo que puede y siente, pensando que es lo mejor para uno, los caminos los tomamos, siempre, en cada cosa, elegimos el rumbo de nuestra vida y de los errores se aprende, sin fracasos no habría crecimiento, evolución, sabiduría.
Kosmisch
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