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martes, 3 de agosto de 2010

Estrella en la vidriera


Jacinto compro una estrella, la llamo Perla, cuando la vio por primera vez, en la tienda de universos, al instante quedo enamorado como de un flechazo, perplejo, aquella estrella había dejado sus ojos y su lengua seca, inmutable, en estado perplejo abrió la puerta de la tienda y no se atrevió a mirarla, a su costado se encontraba el vendedor, canoso, minusválido pero con una mente que encerraba millones de recuerdos, su mujer de gran estatura le ayudaba con su tienda, ella formaba el cuerpo y él la mente del lugar, los dos formaban un ser al servicio de sus clientes, la estrella plateada como la luna, denotaba mas brillo cuando Jacinto se le acercaba, por fin tomo coraje y la mantuvo en sus manos por unos minutos, dándole a Perla mas hermosura y brillo casi relampagueante, al ver esto, los vendedores quedaron mas perplejos, sorprendidos, nunca habían visto brillar así a esa estrella, justo cuando horas antes habían planeado dejarla a la calle ya que  cada día perdía mas su brillo.
Jacinto tampoco entendía la situación, los vendedores generosos con él, se la querían regalar, pero con la condición de que cuando se cortara la luz en el barrio (ocurría siempre llegando a fin de mes) le prestase a Perla para que iluminase todo su local y además ayudaría para atraer mas clientes, (este sitio se caracterizaba por vender antigüedades del universo) se estrecharon las manos y Jacinto regresó a su hogar con su luminosa estrella, luego sus días terminaban no siendo tan oscuros ya que tenia a su lado una parte del cielo que lo acompañaba.


Por Kosmisch

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